28 / 07 / 2017

MIRABEL, EL TESORO DEL BAJO MIÑO

Desde hace más de setenta años, los habitantes del valle de O Rosal, donde la provincia de Pontevedra se funde con la desembocadura del río Miño, tiene el privilegio de consumir cada verano una fruta que hasta ahora el resto de gallegos y españoles solo podíamos degustar transformada. Procedente de la Selva Negra.

Primo de cualquier variedad de ciruela, el mirabel (Prunus x domestica var. syriacaes una exquisitez gastronómica difícil de encontrar fuera del ámbito geográfico gallego y más allá de los 15 escasos días que dura su comercialización como producto fresco. El verano es su gran momento: a comienzos de julio se procede a su recolección, llegando a los puntos de venta inmediatamente... y acabándose casi tan rápido como aparece.

El mirabel es una pequeña fruta, poco mayor que una cereza de buen tamaño, de color amarillo dorado y con multitud de pintas rojas cuando está madura, aunque pueden darse casos de frutas maduras que no presentan dichas pintas.

Su mayor virtud es su intenso aroma y el sabor dulce y peculiar de estas frutas, que recuerda al de las ciruelas, con las que están emparentados. Pero como en el caso de las cerezas, cuando uno comienza a comer mirabeles es muy difícil parar. Como se dice popularmente, es una fruta “viciosa”, un capricho de la naturaleza del que se puede gozar solo unas pocas semanas al año.

Producción escasa de gran calidad, que poco a poco irá aumentado.

En Lareira Gourmet hemos seleccionado las mejores conservas de este fruto parta ti.

Todas elaboradas de manera artesana, con ingredientes naturales y ecológicos. En un pequeño obrador de Tomiño. Con la paciencia y el saber hacer de Amparo.

 

Dulce de Mirabel, mucho más sabroso que el de membrillo.

Mirabeles en almíbar, perfectos como postre o guarnición.

Mermelada de mirabeles, un auténtico capricho.

Mirabel caramelizado. Si lo pruebas no serás capaz parar.

Mirabel en gelatina. Un verdadero lujo tener esta conserva.

 

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